#Seincomprendido
Todo empieza el primer día en el que vas a la guardería. Es una de las primeras veces en las que te tienes que relacionar con los demás niños. Miras a tu alrededor y ves que hay un niño jugando a tu juego favorito. Te acercas y te pones a jugar. Ya está: un amigo hecho. Fácil, ¿no? Empiezas a hacerte mayor y la cosa no es tan fácil. Un par de palabras amables, un buen gesto y consigues un amigo. Y sois inseparables: vais a todos lados juntos, os reís, os quedáis a dormir en casa del otro. Sois los jinetes del apocalipsis. Luego llega la adolescencia y la cosa cambia. Mucho. Empiezas a ver que no encajas en todas partes, que hay cosas que antes te gustaban y que ya no te gustan. Hay gustos que duran un minuto. En medio de todo ese cambio, empiezas a ver que tus padres, quienes tenían toda la razón del mundo, también se equivocan. Cometen fallos que antes no habías visto. "Son humanos"piensas"es lógico". Aún así, el cambio es chocante. Empiezas a ver qu...