Looking for Alaska

Looking for Alaska es el nombre del primer libro de John Green. Si lo habéis leído, sois libres de seguir leyendo. Si no lo habéis leído y queréis seguir leyendo, hacedlo bajo la responsabilidad de que lo que leáis a continuación va a deciros el final del libro.
Este es el segundo libro que leo de John Green y estoy harta de que nos deje con ese "dolor imperial" cada vez que acabamos uno de sus libros (al menos de los que yo he leído) porque en cierta manera deja el final abierto. Así que he decidido escribir este final para mí y para todos los que penséis como yo.
Me disculpo por adelantado por si algún nombre de algún personaje está en inglés, porque yo me leí el libro en inglés. 

Después de entregarle el trabajo a Old Man, volví a mi habitación y el Colonel estaba sentado en la silla leyendo el almanaque. En cuanto entré, cogió un paquete de Marlboro y encendimos la ducha para fumar.
-Se acabó-dijo él.-Takumi ya descubrió el secreto.
-Pero no está todo descubierto. Necesito saber si fue un suicidio o no, si estaba tan desquiciada como para irse del laberinto directa y rápidamente
-¿Qué más da? Ya hemos encontrado las respuestas que buscábamos, Pudge. No fuimos los únicos que la dejamos ir. 

Ciento treinta y siete días después
Cuando me levanté, el Colonel ya no estaba. Supuse que había ido a dar un paseo como los que a veces daba sin avisar.
Me desperecé mientras me vestía y fumé otro cigarro más en la ducha. "Y'all smoke to enjoy. I smoke to die" ¿Realmente iba en serio? En aquel momento no lo tuve tan en cuenta pero ahora creo que lo infravaloré. Quizás ya pensaba en suicidarse desde hacía tiempo. Pero no podía ser. No podía soportar la idea de que la maravillosa, preciosa e inteligente Alaska no fuera feliz. Yo la veía feliz muchas veces cuando estábamos junto a ella. ¿Qué hice mal?
Llamaron a la puerta y, después de asegurarme de que no olía a humo, abrí. El agente de policía que había contestado a nuestras preguntas sobre la muerte de Alaska estaba allí delante. 
-Ten, chico.-dijo mientras me extendía una carta arrugada.- la encontraron unos hombres del desguace y me la dieron. Supuse que no era para su padre así que te la doy a ti.
-Muchas... gracias...-dije mientras leía el nombre que había escrito en el sobre con la bonita caligrafía de Alaska. "Pudge" ponía.
El agente se retiró y yo me senté a leer la carta en la litera de abajo.


FIN.

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