El mensaje/The message

Ella estaba sentada en la playa esperándole. Había llegado hacía media hora. Había estado imaginando qué le diría cuando le viese, como le miraría, como le sonreiría. Pero eso ya saldría solo. Sólo faltaba una cosa: él. ¿Dónde se había metido?

Corría. Sus piernas se movían rápido al ritmo de la música que escuchaba a través de sus cascos. Necesitaba música para correr, si no, no llegaría nunca. Y es que él era un patoso para muchas cosas pero, raramente, le salían bien escuchando música. Siempre había pensado que aquella era la solución a todo: la música. Cuando estaba triste y necesitaba llorar, escuchaba música alegre. Cuando necesitaba liberar tensiones, escuchaba heavy metal. La música servía para todo. Había sido el mejor invento de la historia. Seguía corriendo. Llevaba la respiración acompasada. Llegaría. Sabía que llegaría.

¿Una hora? Que se retrasase una hora era muy raro. Él era un chico de palabra. Eso sólo podía significar una cosa: la había dejado plantada. Al darse cuenta de aquello, una lágrima empezó a resbalar por su mejilla. No pasaba nada, ya la habían plantado otras veces. Era una tonta. Siempre se hacía ilusiones y siempre se las rompían. Tras ese pensamiento, miles de lágrimas incontenibles empezaron a brotar. Se levantó y empezó a correr en dirección a su casa. No quería saber nada de nadie ni de nada. Cuando llegara a casa quemaría sus fotos y sus regalos. No necesitaba a aquel chico. Lo odiaba. De repente, algo salió de la nada y se chocó contra ello.

Seguía corriendo mientras se mentalizaba para llegar a su destino. Debía llegar. Empezó a concentrarse sólo en el suelo y en sus pasos rápidos para avanzar más. Sin poder hacer nada, una chica se interpuso en su camino y colisionó con ella. Cuando se recuperó del golpe, vio a aquella preciosa chica con lágrimas en los ojos. ¿Le había hecho tanto daño? Inmediatamente se sintió demasiado culpable como para levantarse e irse corriendo hacia su cita.
-¿Estás bien?-le preguntó preocupado de verdad por ella.
-Sí, físicamente sí.
-Entonces, ¿no lloras por el golpe?
-Sí, lloro por el golpe en el corazón.
Le ayudó a levantarse. No entendía nada.

Aquel extraño era muy guapo pero ella aún tenía el corazón roto.
-¿Tú estás bien?
-Sí, yo sí. Pero parece que tu no mucho.
No pudo contenerse y empezó a llorar delante de aquel extraño.
-Ven conmigo. Te invitaré a un café y me cuentas que ha pasado.-dijo mientras la abrazaba y la dirigía hacia una cafetería.
¿Estaba loca? ¿Aceptaba su invitación? ¡Pero si acababa de conocerlo! Necesitaba desesperadamente a alguien, algún hombro sobre el que llorar. Fueron a la cafetería y ella le explicó toda la historia del chico con el que había quedado. Cuando acabó de contarle la historia, él intentó animarla haciendo chistes, cosa que funcionó.

Se encontraba muy bien con aquella chica. Lo estaba pasando realmente mal pero tenía una sonrisa preciosa.
-¿Qué hay en la botella?-le preguntó al darse cuenta de que llevaba una botella en la mano.
-Era un mensaje que iba a dejar en la playa.
-¿Qué pone en el mensaje?
Sonriente le cedió la botella. La abrió intrigada y desenrolló el mensaje:
"Buenos días, ¿quieres ser la mujer de mi vida?"
-¿Para quien es?-dijo sorprendida.
-Ahora mismo, para tí.

She was sitting on the beach waiting. She had arrived half an hour earlier. She had been imagining what she would say when she'll see him, how would she look at him, how he would look like when he smile. But that would happen. Only one thing was missing: him. Where have he been?

He was running. His legs were moving fast to the beat of the music he listened through their helmets. He needed music to run, if not, would never come. And he was a clumsy for many things, but rarely, it went well listening to music. He always thought that this was the solution to everything: music. When he was sad and needed to mourn, listening to upbeat music . When he needed to release tension, heavy metal listening. The music served to all. It was the best invention ever. Still running. His rhythmic breathing. He'll come. He knew it would.

An hour? That was delayed an hour was very rare. He was a boy of his word. That could only mean one thing: she had been jilted. Realizing this, a tear began to slide down her cheek. Nothing happened, she had been planted before. She was a fool. Always illusions and they always broke. After that thought, thousands of uncontrollable tears began to flow. She got up and ran toward his house. She didn't wanted to know anything about anyone or anything. When she'll got home, burn his photos and his gifts. She didn't need that guy. She hated him. Suddenly, something came out of nowhere and hit her.

He kept running while psyched to get to his destination. He had to get. He began to concentrate only on the ground and its quick steps further. Helplessly, a girl in his path and collided with her. When recovered from the blow, he saw that beautiful girl with tears in her eyes. Had he done so much damage? Immediately he felt too guilty to get up and go running to his appointment.
- Are you okay?-Asked really cared for her.
- Yes, physically yes.
- So don't you cry for the hit?
- Yes, I cry for the blow to my heart.
He helped her up. He didn't understand anything.

He was very handsome stranger but she still had a broken heart.
- Are you okay ?
- Yes, I am. But it seems that your not much.
She could not contain herself and began to mourn in front of this stranger.
-Come with me. I'll buy you a coffee and you'll tell me what happened.-Said as he hugged her and headed for a coffe shop.
Was she crazy? She accepted his invitation? But if she just met him! She desperately needed someone, a shoulder to mourn. They went to the cafeteria and she explained the history of the guy she had met. When she finished telling the story, he tried to cheer her making jokes, which worked.

He was fine with that girl. She was having really bad but she had a beautiful smile.
- What's in the bottle?-She asked realizing carrying a bottle in his hand .
- It was a message I would leave on the beach.
- What's in the message?
Smiling he gave her the bottle. Intrigued she opened and unrolled the message:
" Good morning, do you want to be the woman of my life? "
- Who's it for?-She said, surprised.
- Now, for you.