Revolución
Actualmente estoy leyendo 1984 de George Owell, una de las tres distopías por excelencia. Hace un año ya leí Fahrenheit 451 y me gustó mucho. A medida que voy leyendo la novela, me doy cuenta de que no dice cosas tan disparatadas y eso me asusta.
Para empezar, hemos aplicado el concepto de "Gran Hermano" a nuestra sociedad. 52 países o regiones de todo el mundo han emitido, están emitiendo o planean seguir emitiendo este programa. Porque a todos nos va el follón y observar cual dioses la vida de los demás. Nos gusta dirigirla al votar quién se queda y quién se va de la casa (haciendo una similitud de quién vive y quién muere, de quién borramos la existencia y de quién no).
Además eso de borrar gente y manipular los archivos que prueban que existió me suena... ¿A vosotros no? Tal vez deberíais preguntárselo a Patricia Heras, una chica que terminó suicidándose al verse acusada por sorpresa del homicidio de un policía cuando NI SIQUIERA se encontraba en el lugar de los hechos. No me extenderé contando este caso, si queréis conocerlo y comprobar las similitudes con la distorsión de la realidad de la que se encarga Winston, mirad el documental "Ciutat morta" que se hizo para rememorar el caso 10 años más tarde.
Seguramente hay muchos más temas por analizar sobre las similitudes entre esta distopía y la realidad en la que vivimos pero, como he dicho, estoy leyendo el libro. De hecho, solo llevo cincuenta páginas y ya estoy horrorizada de este modo. No quiero ni imaginarme cómo estaré cuando termine el libro.
En resumidas cuentas lo que vengo a decir es que deberíamos haber aprendido algo de esta novela o de las otras grandes distopías como Fahrenheit 451 o Un Mundo Feliz. ¿Es que estamos tan ciegos que ni siquiera vemos lo mal que va todo? Hay que hacer algo, hay que moverse. Pero esto parece un pez que se muerde la cola; son los mismos que tienen el poder los que van a impedir que nos movamos para quitarles el poder y cambiar las cosas.
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