Eurovisión/Eurovision

El sábado 18 de mayo fue el gran evento musical de Europa: Eurovisión. Para los que no lo conozcáis (que debéis ser una minoría) este concurso es a nivel europeo y todos los países escogen a un cantante y a una canción hecha expresamente para la causa (si se había hecho antes, no puede concursar). Se hace una semifinal y se eligen a los países que concursan en la final. Entonces llega el gran día. Los nervios, los ensayos generales, los de última hora, los repasos mentales y las dudas no sirven de nada. Lo único que importa es cómo se había preparado todo antes de llegar allí. Te subes al escenario y ves a todo tu país aclamándote desde casa o desde ese mismo sitio en el que tu te encuentras. Todo tu país confiando en que esa noche harás una actuación estelar que hará que te lleves el premio a tu país y que este sea el anfitrión el año que viene. Entonces notas algo que sube desde el estómago y se deposita en tu pecho. Se aposenta allí y reniega marcharse. "¿Qué es eso?", te preguntas. "¿Por qué ahora y no en otro momento?" Ese es el sentimiento de impotencia, de pavor. No sabes si podrás con la presión. Entonces tu cabeza te dice: "¡Corre! ¡Aléjate de ese escenario y métete en el primer vuelo de vuelta a casa que veas!" Pero algo falla y las piernas no te responden. Los músicos no se dan cuenta de tu que tu cara ha adoptado un nuevo tono blanco y empiezan a tocar las primeras notas. Tu mano temblorosa se acerca el micro a la boca que esboza una sonrisa. "¿Qué estoy haciendo? ¡Quiero huir!" Y te toca empezar a entonar la primera nota. Oyes a alguien cantando tu canción con una voz especialmente bonita. Buscas desesperado con la mirada a quién te está salvando de la humillación. Y entonces te das cuenta: eres tú. Esa preciosa voz que canta sin equivocarse ni con las notas, ni con la letra es tuya. Para cuando llega el estribillo ya te has desecho de ese sentimiento en el pecho y cantas con toda seguridad, orgulloso de ti mismo. Cuando se acaba la actuación y todo el mundo te aplaude, otra vez vuelve una sensación en el pecho. Pero esta es diferente. Esta se llama orgullo.
Una vez todos tus contrincantes han actuado, todos los habitantes de los países de la Unión Europea se abalanzan sobre sus teléfonos móviles y fijos y marcan como posesos para ayudar a ganar a su favorito. No se pueden votar a si mismos, puesto que entonces sería muy fácil. Se acaba con la puntuación y quién tiene más  puntos, gana. Así de simple, así de complejo. Porque hoy en día, la gente para dar su voto, no se fija en cómo ha estado el/la cantante o en la canción. La gente se fija en el país del que procede. Eso me parece discriminación. Solo porque venga de un país que no te gusta, no le votas. Y así los habitantes de la Unión Europea han llegado a la conclusión de que quién mejor interpretó la canción este año es Dinamarca y las peores interpretaciones fueron a cargo de España y de Irlanda.




On Saturday May 18th was the musical event in Europe: Eurovision. For those who don't know it (you must be a minority) this contest is at European level and all countries choose a singer and a song made specifically for the cause (if it had done before, it can't compete). There's a semifinal and they choose the countries that compete in the final. Then comes the big day. The nerves, the rehearsals, the last minute reherasels, the mental rehearsals and doubts are useless. All that matters is how you had prepared before you get there. You get up on stage and you see all your country cheering you from home or from the same place where you are. Your whole country is hoping that tonight you will do a stellar performance that will make you take the prize to your country and that it will host next year. Then you notice something that creeps in and settles in your chest. It settles there and deny leave. "What's that?", you ask to yourself. "Why now and not later?" That is the feeling of helplessness, dread. You aren't sure if you can with pressure. Then your head says, "Run! Run away from that stage and get into the first flight back home you see!" But something goes wrong and your legs don't respond. The musicians don't realize that your face has adopted a new tone white and begin to play the first notes. Your trembling hand bring closer the mic and your mouth that smiles. "What am I doing? I want to run away!" And you have to start to sing the first note. You hear someone singing your song with a particularly nice voice. You are looking desperate to find who's saving you of humiliation. And then you realize: it's you. That beautiful voice singing without making mistakes with notes or the letter is yours. For when it's chorus time you haven't that feeling in your chest and you sing proud of yourself. When the performance is over and everyone applauds you, again becomes a sensation in the chest. But this is different. This is called pride.

Once all your opponents have acted, all the inhabitants of the European Union countries pounce on their mobile phones and marked as possessed to help their favorite country to win. You can't vote themselves, since it would be very easy. It ends with the score and who has the most points wins. So simple, that complex. Because today, people to give their vote, don't look at how it has been fixed in the singer or the song. People look at the country they come from. That seems like discrimination. Just because they come from a country you don't like it, you don't vote them. And so the people of the European Union have come to the conclusion that who better performed the song this year is Denmark and the worst performances were in charge of Spain and Ireland.

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